Tejo
con finas hebras un manto donde ocultarme. Ahora…por ahora no sé quién soy. Mi cuerpo
cambia lento en el capullo; aquí no hay espejos que me muestren cómo estoy. No
creo poder permanecer mucho más en el capullo ni quiero reptar como gusano;
quiero poder creer que de mi espalda pronto crecerán coloridas alas. De ser
así, tal vez mañana, pueda volar a verte otra vez.
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