Un par de fotos
enviadas y algunas charlas vía web les hicieron creer que tenían algo en común.
Valía la pena conocerse y pusieron fecha.
Estaba ansiosa.
¿Y si no era lo que esperaba?
En el intento de
cumplir con todas sus expectativas se dedicó una semana entera a su belleza
personal.
Así es como el día del
encuentro fue con sus extensiones, un nuevo color de pelo, pestañas más largas,
maquillada en exceso, un peinado exótico y ropa poco habitual.
Esperó en la esquina
durante una hora. Mientras, él, daba vueltas buscando a su chica de la foto.