Todos los días tan pronto pongo un pie en la escuela, se acerca José y me entrega su creación hecha en papel.
Me sorprende a diario con un modelo nuevo y diferente.
En un principio fueron muestras de origami. Desde la primera grulla fui teniendo un desfile de especies de lo más variadas.
No se contentó sólo con este arte, José sintió curiosidad y siguió buscando tutoriales sobre plegados de papel y técnicas diferentes. Un dia me trajo hasta un helicóptero.
Hoy la alegría mía es verlo contento compartiendo con sus pares sus armados y logros a través de éstas técnicas. Hoy nos enseña a todos nosotros en el aula cómo se hacen. Se siente escuchado, querido, valorado, respetado y principalmente feliz.
A veces es tan poco lo que hacemos y se abre una ventana tan grande en ellos, que no dejo de maravillarme.
Este cambio en José surgió de una charla casual en un recreo, de saber cómo estaba y qué le gustaba.
En él, esos papeles que fueron teniendo forma lo llenaron de felicidad y de confianza. Ahora sabe que puede alcanzar lo que se proponga.💜